Situación #523861


Acaeció aquella calurosa tarde del mes de julio cuando mi querida Marta y yo nos dirigímos a tomar un reconfortante chapuzón a la cercana playa del Cabestrillo, de la villa que habito, cuando accediendo a la misma a través de un solitario camino dimos con una joven que mostraba, a la vez que movía con sensualidad, una parte de sus nalgas nada desdeñable, arremangando la braguita de su bikini, mientras el mozalbete que la acompañaba registraba sus lentos y sinuosos movimientos mediante la cámara de su celular. 


Aunque mi sorpresa no fue leve, me esforcé en no ponerla de manifiesto, por lo que continuamos nuestro camino. Al cabo de unos pocos metros, a Marta le vinieron ganas de aliviar su vientre, lo cual llevó a cabo sin detenerse, como es su costumbre. Dado que la tenía amarrada con su correa y no pudo seguir en línea recta, se puso a dar vueltas a mi derredor, sembrándolo de sus heces añadiendo un matiz más surreal, si lo hubiere, a tal situación. 

En esa tesitura pude comprobar que la singular pareja continuaba con su actividad, la cual no estoy seguro de que fuera en aumento el grado de su sensualidad, o que estuvieran recogiendo velas para dar por finalizada la artística y sesión. 

Superada tal situación, continuamos hasta la orilla del mar y disfrutamos de un refrescante baño y 
consiguiente solaz. Me apeteció inmortalizar ese momento y aquí lo dejo.


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