Me cago en la puta, de/su puta
madre, hijo de puta, la puta!, mala puta, hija de puta, más puta
que las gallinas, putón verbenero, …como una mala puta, putada, putrefacto/a (¿),
etc.
He buscado el significado de la palabra en un viejo diccionario del año 1973 y me he encontrado con que la definición conduce a la voz “ramera”: “Mujer que comercia con su cuerpo y hace ganancia con los placeres de la carne”.
Sin duda una definición cierta.
He buscado por Internet otros
nombres, y me he encontrado con términos conocidos como: Prostituta, meretriz,
zorra, cualquiera, guarra, pelandusca, pelandrusca (definido como ‘Mujer de
vida ajetreada y algo libertina’), niña, fulana, cortesana, pendón, mujerzuela,
buscona.
Y otros menos conocidos como: mera, coima, pingo, mantenida, mesalina, hetaira…
En
Colombia: boruga, perra, grilla, mujerzuela, prepago, golfa, cdt (carne de
traqueto), ofrecida, gata, diabla, culipronta, culicaliente, culialegre...En diccionarios más antiguos se
incluía el matiz “de mala reputación”, cosa que me lleva a empezar esta
semblanza de tal oficio, al que se ha llamado “el más antiguo de la humanidad”.
Obviamente, estas tildes se
originan en las religiones, y la iglesia católica, probablemente, como una de
las principales promotoras.
La prostitución probablemente sea
uno de los oficios más antiguos de la humanidad junto con tantos otros que
tenían y tienen como objetivo satisfacer las necesidades
fundamentales del ser humano, no necesariamente relacionadas con actividades punibles
o delictivas.
Uno
pensará también en ladrones y asesinos, y nos viene a la cabeza la
historia de Caín y Abel. Otra de las grandes lecciones de la Biblia.
La Biblia es el documento
fundamental de nuestra cultura del que parte la estigmatización de la mujer, la
cual, cientos de años después lucha por su equiparación en derechos al hombre,
si bien es cierto que otras religiones, la musulmana por ejemplo, se encuentra
mucho más retrasada en este aspecto. Se ve en documentas como en la India hay
mujeres desfiguradas por los efectos del ácido de las baterías de coches
lanzados por algún varón no correspondido.
La mujer, en general, se
encuentra sometida.
Y, cómo no, las mujeres que se
ganan la vida proporcionando a los hombres aquellos placeres que no pueden
obtener a través de sus propias parejas o porque no han conseguido conquistar a
ninguna, son las “de mala reputación que comercian con su cuerpo” se encuentran
en este colectivo, y se habla de ellas con desprecio, en los términos indicados
en el inicio de este artículo.
Pero no siendo esto suficiente,
existen los hombres que se lucran explotando a mujeres en el oficio de la
prostitución: los chulos o proxenetas y las organizaciones criminales.
Porqué el peor insulto que se le
puede hacer a una mujer es el de “puta”? y el peor insulto que se le puede
hacer a un hombre es “hijo de puta”?
Yo creo que el oficio de
prostituta debería ser elevado a la categoría de honesto, legal y reglamentado,
por lo menos hasta que el ser humano, hombre y mujer, evolucionen hasta un
estado de madurez en que no sea necesario este intercambio de prestaciones.
No es cierto que al hombre, en su frustración de necesitar
la obtención de sexo mediante el pago a una profesional del oficio, desquita su
rabia y frustración con la vejación y menosprecio hasta el extremo de relegar
al género femenino al nivel de esclava del hombre?.
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